Irlanda del Norte es una tierra de contrastes y carácter. Las escarpadas costas dan paso a verdes valles, mientras que ciudades como Belfast y Derry/Londonderry cuentan historias que abarcan siglos, desde mitos antiguos hasta la política moderna. Es un lugar donde la historia está siempre cerca, pero también lo están los paisajes salvajes, la cultura floreciente y el tipo de bienvenida que perdura mucho tiempo después de haberse marchado.